En julio de 2012 vino a mi bufete una inquilina desesperada. En marzo de 2011 alquiló una vivienda y, un mes después, ya sufría averías y desperfectos. Un cortocircuito estropeó varios electrodomésticos y aparecieron humedades en algunas paredes. La inquilina pagó la reparación del cortocircuito y sustituyó los electrodomésticos inservibles. Un peritaje de su compañía de seguros dictaminó que la instalación eléctrica y la caldera del gas no cumplían la normativa vigente y que las humedades tenían su origen…
