Las entidades financieras – bancos y cajas – prestan el capital para comprar una finca (vivienda, local, despacho) a una persona física o jurídica. La garantía de la devolución del capital es la finca que se compra. Esto es una hipoteca.
En los contratos de préstamo hipotecario con tipos de interés variable las entidades financieras suelen establecer un interés mínimo que cobrará al hipotecado, pase lo que pase con el Euribor o con los otros índices a los que puede estar referenciada la hipoteca, como el IRS o el IRPH. Es la cláusula suelo: por mucho que bajen los tipos de interés nunca bajarán más de lo que están contratados en el préstamo hipotecario. Los bancos y cajas también ponen un techo máximo a los intereses que hay que pagar, pero es tan alto como ficticio.
El principal índice para establecer los intereses de las hipotecas en España hasta el momento, el euribor, ha cerrado el mes de agosto con una tasa del 0,8%, la más baja desde su creación. Sin embargo, los prestatarios que tengan que revisar su cuota hipotecaria no se beneficiarán de ello si su hipoteca contiene una cláusula suelo. Según comunidad horizontal, que cita como fuente a la Asociación de Usuarios de Bancas, Cajas y Seguros (ADICAE), en España hay 4 millones de hipotecas con cláusula suelo.
Además, según la web de comunidad horizontal, en los últimos meses, los bancos no han parado de subir los diferenciales, de tal modo que son frecuentes las hipotecas con un interés mínimo del euribor más un 2,5% ó 3%. Ello nos lleva a otras cuestiones: ¿ Qué es preferible, comprar o alquilar? ¿ Esperar a comprar en el futuro? ¿ Qué influencia tendrá el futuro banco malo en el mercado hipotecario?
De la discutible legalidad de las cláusulas suelo de las hipotecas dan cuentas las numerosas sentencias judiciales falladas en su contra.
