No hay mal que por bien no venga. Este refrán se puede aplicar a los arrendatarios de viviendas, locales de negocio, garajes. La crisis, la falta de acceso al crédito y el exceso de oferta de inmuebles lleva a muchos arrendadores a pactar verbalmente una rebaja de las rentas de los inquilinos. El casero debe saber que pactar verbalmente una nueva renta puede constituir una novación – un cambio – en el contrato. El artículo 1203 del Código civil…
